Texto, Alexander Loría DT Comunicación
Con
un rosario y una “Negrita” de los Ángeles en su maleta viajó este martes a
Mazatlán, México, el orgullo de San José de Upala, Johnny Martínez, quien
vivirá una experiencia internacional en los campos de entrenamiento del Centro
Deportivo y Recreativo Benito Juárez junto a otros 14 costarricenses.
Johnny Martínez en acción en los Juegos Nacionales Desamparados 2012. Foto Archivo |
“Voy a Mazatlán por superación personal, realmente yo no
compito con nadie, sino que me esfuerzo a ser mejor que ayer, aparte de que
será una experiencia realmente valiosa estar en un Centro de Alto Rendimiento”,
dijo Martínez, de 21 años de edad y que sacrificó algunas cosas en suelo tico
para cumplir su sueño de entrenar a alto nivel.
“Debo sacrificar de momento mis estudios en el Instituto
Estelar Bilingüe de Liberia, mi trabajo en la finca de papá criando y cuidando
ganado. También el tiempo con mi mamá”, acotó este upaleño de cepa.
En la finca de su padre cría y cuida toros, siempre
pendiente de la comida y de su crecimiento.
“Los toros más mimados son los de cría, esos andan como
en 950 kg cada uno”.
A pesar de ser hijo único Martínez indicó que sabe
defenderse dentro y fuera del diamante gracias a los valores inculcados por sus
padres.
“Soy hijo único, pero eso no quiere decir que siempre me
han dado todo en bandeja de plata, mis padres me han enseñado a esforzarme por
lo que quiero, a tomar las cosas con amor”, comentó.
En Mazatlán espera pulir todos sus fundamentos y ser
mejor pelotero para ponerlo a servicio de la Selección Nacional que en
diciembre estará en los Juegos Centroamericanos de Nicaragua.
“Sé que voy a un centro profesional, que hay que ponerle
bonito, la verdad es una gran motivación para mí y para el grupo”.
Su número de camiseta es el #24 por su admiración al
jugador dominicano Canó.
“Al dominicano Robinson Canó lo he admirado desde que
jugaba con los Yankees, por él es que uso la camiseta 24 en los equipos en que
he estado, era el número que Canó usaba en ese tiempo”, apuntó.
Su coraje ya es natural y afirma que como persona ha
madurado mucho, incluso aprendió del golpe que recibió la
comunidad de Upala por el huracán Otto.
Los nuestros practicando fuerte en Mazatlan, entre ellos Johnny.
Agradecemos la cortesía del mismo a David Ramos.
“Sí nos afectó, a 50 metros de donde vivo pasa el río
pizote, el cual se desbordó y causó estragos en todo San José de Upala, tuvimos
pérdida de animales como toros, aves de corral y daños en la casa por los fuertes
vientos. Realmente es algo que no se lo deseo a nadie, uno se siente impotente
al no poder hacer nada, no quedaba más que rezar y esperar lo que Dios
quisiera”, recordó.
“En Upala somos fuertes, cada uno se puso las botas de
hule para reconstruir su patrimonio y gracias también a la ayuda del pueblo de
Costa Rica”, añadió.
Su consigna es jugar como si fuera el último partido de
su vida, da el 100 por ciento en la campo.
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